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León busca gacela de Fulgencio Martínez

Febrero 2009

Título: León busca gacela. Poemas de Séptimo Alba (2002-2008)
Autor: Fulgencio Martínez
Edita: Renacimiento
Páginas: 120
Precio: 11 Euros [Comprar >>]

En la "Poética de Séptimo Alba" que cierra este libro nos dice el poeta "He quetido decir en poesía mi verdad, sin creer que el poeta como tal tenga ninguna verdad escondida en su manga antes de jugársela con las palabras...". y de esta jugada poética que es "León busca Gacela. Poemas de Séptimo Alba (2002-2008) editado por Renacimiento destacamos algunos poemas :

>DISECCIóN DE LA EBRIEDAD

Una tela pintada con un barniz malo,
un desorden arreglado con hilo y aguja
prestada por otro correligionario
en la desastrosa baraja de la borrachera:
no alcéis la voz los que en este negocio confuso
permanecéis con dignidad de cisnes
mientras otro paga la cuenta; reparad
en que estáis fuera de control
y que así es más barato ser vulnerable.
Dejarse violar por una muchacha
llamada inspiración, o como se llame
esa que os entrega su cuerpo comprado,
la musa de alcohólicas pupilas de loba.

MATONES Y SOLDADOS

Se alinean otra noche en mi cama,
con la disciplinada sentimentalidad
de un ejército de soldados de plomo…
los amaneceres en que me arrastré al puerto
por los pechos vacíos de la noche,
cruzando calles cerradas, autos
con tramoya clandestina y gente
parada delante de una luz roja.

Testigos y soldados de una guerra
que el tiempo, con ser tan memorioso,
no alcanza a recordar,
me agarran esos intrusos, me rompen
la camisa forzándome a que pague
mi deuda, dicen, de respeto.

SOMBRAS EN LA MEMORIA

Como un lazo no aprieta más el pecho
porque su materia sea dura o blanda,
de hierro o rosas, veneno o lavanda,
si es real o está torcido o derecho;

que su poder medimos por lo estrecho
con que mueve el corazón a su banda:
que es fuerte sabe cuando se desmanda
el prisionero y lo siente al acecho.

Sombras del deseo, que a la carrera
nos dio la verdad de nosotros mismos,
las creíamos prisión tan ligera

mientras educaban el sentimiento;
renunciamos a ellas como espejismos
pero al fin son la sustancia del cuento.